456 años de corrupción

Por: Julio Carreras (h) 4 de agosto de 2009 Santiago del Estero existe por causa de un error. Los europeos creían que en este lugar iban a encontrar mucho oro. La leyenda sirvió, además, para alejar del Potosí a los peores aventureros. Tanto Juan Núñez del Prado como Francisco de Aguirre eran individuos inescrupulosos y despiadados. El segundo fue más expeditivo: sencillamente hizo desaparecer a Núñez, cuando venía con los papeles necesarios para destituirlo. En lo que hoy llamamos Santiago, los europeos no encontraron oro. Ni siquiera plata o, aunque más no fuera, estaño. Solamente selvas, mesetas, serranías. Y personas. Consideraron que obtener alguna ganancia de tales tierras era demasiado trabajoso. Así que esclavizaron para ello a quienes, hasta su llegada, habían sido habitantes libres, pacíficos, y por lo que se sabe, felices. El virus de la corrupción La conquista de estas tierras se inició bajo uno de los períodos de mayor corrupción institucional en Europa. Y entre los países...