martes, junio 08, 2021

PRT-ERP y Montoneros desde dentro

 

Por causa de una publicación del investigador Walter “Peregrino Latinoamericano”, acerca de las guerrillas argentinas de los años setenta, decidí escribir esta síntesis, relacionada con el mismo tema. El estudio de Walter es elogiable, por su ajustada metodología historiográfica. Contiene precisiones valiosas. Sólo algunas afirmaciones resultan, según mi criterio, erróneas. Es mi intención aportar algo sobre estas últimas. Pues del trabajo mencionado, podría entenderse que:

 

* “Montoneros” denominaría a todas y todos los guerrilleros.

* La guerrilla habría sido impopular.

* Perón habría sido “un dictador”. (1)

 

 

Julio Carreras

 

 

1. Militancia

 

Fui militante del PRT (Partido Revolucionario de los Trabajadores), entre mediados de 1972 y fines de 1977. El Partido Revolucionario de los Trabajadores, marxista leninista, era la conducción política del Ejército Revolucionario del Pueblo. Guerrilla urbana y rural argentina, en operaciones desde 1970 hasta 1977. (2)

Desde mi nacimiento, hacia fines de 1949, hasta 1971, había sido peronista. Como mi padre, mis tíos y mis abuelos. También como todos ellos, católico, junto a la inmensa mayoría de la población en Santiago del Estero.

Hacia fines de 1972, con 22 años de edad, fui convocado a colaborar, escribiendo notas informativas, con la revista Posición, de Córdoba. Que por entonces editaba 5.000 ejemplares, distribuidos mayormente en el interior argentino. La publicación estaba financiada por el FAS (Frente Antiimperialista y por el Socialismo). Cuyo socio mayoritario era el PRT. Trabajé y milité allí hasta fines de 1974. 

Desde principios de 1975 hasta el inicio de 1976, fui responsable general de una Zona Operativa del PRT ERP: el departamento San Justo, de Córdoba. Situado en el límite entre Córdoba y Santa Fe.

En enero de 1976 fui detenido, junto con mi esposa, quien también era militante del PRT, y nuestra hijita de cinco meses.

Ya en la cárcel, integré la dirección del PRT (dentro de la cárcel). Hasta el momento de mi renuncia al Partido. Impulsada por las informaciones que nos llegaban de fuera: nuestra guerrilla había sido totalmente derrotada, y nuestro partido estaba en completa retirada y dispersión.

 

2. El PRT y el ERP

 

Guerrilleros fugados de la cárcel de Rawson, asilados en Cuba

El PRT era un partido de Cuadros Revolucionarios. Es decir, de personas -hombres y mujeres- que se dedicaban a tiempo completo a trabajar para la Revolución Socialista. Debido a esto, nadie ingresaba directamente al PRT. Sino debía cumplir etapas -más o menos largas, según las características personales de los candidatos- antes de llegar a la condición de “Militante”. Los pasos necesarios en este proceso se regulaban así:

 

1º: Contacto.

2º: Contacto organizado.

3º: Simpatizante.

4º: Simpatizante organizado.

5º: Militante.

 

Recién luego de haber atravesado todos esos niveles, la o el aspirante llegaba a estar preparado para integrar una responsabilidad, como integrar o dirigir una célula partidaria, cumplir funciones de dirección, u otras. El militante podía trabajar en el área política, únicamente, o integrar -generalmente dirigir- células del ERP.

 

Para ingresar al ERP no era imprescindible ser militante del PRT. Una mujer o un hombre que tuviera deseos de luchar por la Patria y el Socialismo, supiera manejar armas o tuviese inclinación hacia la actividad militar, podía integrar el Ejército Revolucionario del Pueblo. Dos de los ejemplos más extremos de esta adhesión militar y no completamente política, fue la de los dirigentes de Tacuara, Joe Baxter y Charlie Moore, con sus seguidores.

En el ERP la progresión jerárquica era:

 

1º: Combatiente.

2º: Sargento.

3º: Teniente.

4º: Capitán.

5º: Comandante.

 

3. Marxistas y Peronistas

 

Montoneros, era una organización inicialmente filo-peronista (es decir, no nacida en el seno mismo del Movimiento Peronista, sino más bien entre sectores católicos revolucionarios). Luego de integrarse plenamente al Frente de Liberación Justicialista, se constituyó en fuerza aglutinante mayoritaria de la Juventud Peronista. Este elemento nuevo dentro del Peronismo Tradicional, llegó a ser, con una rapidez fulgurante, la principal fuerza movilizadora dentro del FREJULI. Este frente, órgano político que creó y dirigía el teniente general Juan Domingo Perón desde su exilio en Madrid, ganaría las elecciones de marzo de 1973. Constituyéndose en el primer gobierno legítimo, luego de 18 años de dictaduras o emplastos falsamente democráticos, desde el derrocamiento de Perón por el golpe militar de 1955.

 

El Partido Revolucionario de los Trabajadores, en cambio, surgió por evolución del FRIP (Frente Revolucionario Indoamericano y Popular). El FRIP había nacido hacia mediados de la década de 1950, en Santiago del Estero. Fundado y dirigido por Francisco René Santucho, era Nacionalista y Antiimperialista. “Antiimperialista” significó para el FRIP “anti yanqui” y “anti soviético”. Esto duraría hasta los primeros tiempos del PRT, más o menos entre 1964 y 1973. En su etapa inicial, conducido por Francisco Santucho, el FRIP se alinearía con los sectores combativos del Peronismo en la Resistencia. Particularmente con sectores sindicales como la CGT de los Argentinos, liderada por el sindicalista católico Raymundo Ongaro. Luego de 1962, la conducción del FRIP fue derivando hacia un hermano menor de los Santucho, Mario Roberto. Este imprimió un giro ideológico en el PRT, que lo convertiría en netamente marxista leninista, más tarde, ya hacia 1974 inclinado a posturas pro soviéticas.

 

4. Diferencias operativas


Acto público de Montoneros.

Montoneros consideraba a su guerrilla un factor más dentro de la lucha política, dirigida, en primer lugar, a los enemigos del peronismo. Pero también a sus enemigos internos, dentro de un movimiento donde confluían fuerzas de derecha, centro e izquierda. Desde tal perspectiva, consideraba válido el ataque o eliminación de civiles. Como el caso de los sindicalistas derechistas Vandor o Rucci.

 

El PRT dirigía su acción guerrillera únicamente a las Fuerzas Armadas. Y a las grandes empresas extranjeras. Pues formaban parte de una estrategia geopolítica dependiente del imperialismo estadounidense. Que tendían a frenar el desarrollo independiente argentino. Perpetuando así una situación de oscuro atraso, miseria e injusticia en nuestro país. Raramente se atacaba objetivos civiles. Y si se lo hacía, era sobre empresarios o funcionarios extranjeros, por formar parte de un esquema coercitivo, responsable de la opresión sobre miles de trabajadores argentinos, o su represión, torturas, secuestros, etcétera.

 

En este ítem, debe señalarse que no únicamente el ERP y Montoneros operaban militarmente desde el campo revolucionario. Entre 1965 y hasta 1977, surgieron varias guerrillas, bajo el calor de un auge combativo que se había multiplicado desde El Cordobazo, El Rosariazo, el Tucumanazo, y otras insurrecciones populares. Casi todas eran pequeños grupos de amigos, que llegaban a desplegar redes, a veces de hasta cien o doscientas personas en el plano nacional. Especialmente en las grandes ciudades. Las más grandes de ellas fueron las FAL (Fuerzas Argentinas de Liberación) y las FAP (Fuerzas Armadas Peronistas). De ambas guerrillas madres, por atomización fueron emanando otras, como FAL “Ché Guevara”, CPL (Comandos Populares de Liberación), Montoneros “Columna Sabino Navarro”, etcétera. Algunas de estas organizaciones tuvieron a su cargo la ejecución de civiles, particularmente algún gerente de empresas monopólicas, o sindicalistas que actuaban como informantes de las patronales.

 

5. Popularidad de la guerrilla.

 

Entre 1959 y 1973 la popularidad de las guerrillas alcanzó un alto índice entre toda la población argentina. En 1955, una cruenta dictadura militar se había impuesto para destruir la infraestructura industrial independiente que se desarrollase durante los 10 años de gestión estatal peronista. Los poderes concentrados de la oligarquía terrateniente, el empresariado dependiente del extranjero y las empresas norteamericanas e inglesas, con apoyo de la Unión Cívica Radical y grandes sectores de las clases medias -principalmente entre los porteños- aunque también entre las pequeñas burguesías gringas de Santa Fe, Córdoba, Mendoza, añadieron su repugnancia visceral hacia los valores criollos, sustentados por quienes ellos denominaban “negros”, al proyecto capitalista explotador que anhelaba llevar hacia atrás los altos salarios, la sindicalización obrera, el rol decisivo de la mujer en el panorama político, y otras conquistas de estas mayorías silenciadas durante siglos.

La aparición de Uturuncos, guerrilla del Norte Argentino, en 1959, fue el primer clarinetazo que comenzó a elevar las expectativas populares sobre la necesidad de combatir contra dictaduras o gobiernos títeres, para obtener nuevamente una genuina democracia.

Desde 1964, comenzaron a sucederse una gran cantidad de acciones guerrilleras -tomas de cuarteles, desvió de camiones con alimentos para repartirlos en barriadas humildes, ataques a comisarías, grandes bancos, secuestros de empresarios extranjeros, etcétera-, de gran repercusión popular. Su inesperada presencia y la cobertura que los medios de comunicación otorgaban a estos hechos, cada vez más numerosos, multiplicaba su eco por todo el país, por entonces ya intercomunicado por la telefonía, la radio y la televisión.

Así, al llegar a los años 1972 y 1973, las dictaduras militares se veían agobiadas por una ofensiva popular en tres frentes: el político, el sindical y el guerrillero. Por entonces, las organizaciones guerrilleras habían alcanzado un altísimo grado de aprobación, no sólo entre los sectores más humildes, sino entre las juventudes de clases medias de toda la Argentina.  

 

6. Perón no fue “un dictador”.

 

El general Juan Domingo Perón y todos los hombres y mujeres que lo acompañaron, durante sus dos gobiernos, fueron elegidos por elecciones libres, absolutamente legales y democráticas, donde obtuvieron mayorías apabullantes. De ninguna manera puede compararse, entonces, al legítimo presidente Perón con las fuerzas minoritarias, conducidas por operadores locales y estadounidenses, que lo derrocaron. Luego de bombardear criminalmente a la población civil.

 

 

Notas

 

(1)  El estudio de Walter “Peregrino Latinoamericano” puede verse en un video producido por el autor, desde el siguiente enlace: https://www.facebook.com/walter.daniel.754/videos/1948331785343089

 (2)  La última acción importante del ERP fue la “Operación Gaviota”. Intento de atentar contra el avión presidencial con Videla y Martínez de Hoz dentro. José Alfredo Martínez de Hoz y Jorge Rafael Videla iban a viajar en el Tango 02, el 17 de febrero de 1977. Su objetivo fue descabezar a la dictadura. Un oficial de inteligencia del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) consiguió los planos de la red de tuberías del Arroyo Maldonado. Un informante de la organización guerrillera pudo acceder a esos documentos, hizo una copia. Y lo pasó a la responsable de inteligencia. Cuando los jefes del ERP verificaron que el tubo de cemento pasaba justo por debajo de la pista del aeropuerto Jorge Newbery, prepararon meticulosamente el atentado. Mas en el momento preciso de efectuarlo, fracasó, por no haber funcionado correctamente los explosivos. (Ver: “Operación Gaviota...”  Infobae. https://www.infobae.com/sociedad/2019/09/18/operacion-gaviota-el-dia-que-el-erp-casi-volo-por-los-aires-a-videla-y-martinez-de-hoz/)

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